lunes, 12 de septiembre de 2011

Lesiones en el Tendón de Aquiles


Luego de haber sufrido una Tendinitis en el "famoso" Tendón de Aquiles me pareció importante brindar información y teoría de especialistas acerca de esta lesión que realmente puede dejarte fuera de la carrera por un buen tiempo. 
Consejo: si vas a correr por la montaña... hacé ejercicios de fortalecimiento para el tendón para evitar lesiones y tené mucho cuidado a la hora de elegir el calzado porque puede ser determinante.

Resumen

          Las lesiones en el campo de la actividad física y el deporte, constituyen uno de los factores que restringen la práctica deportiva del sujeto durante un cierto periodo de tiempo hasta su recuperación. Hay que decir, que cuando se producen daños graves en las partes lesionadas, las cuales no se pueden recuperar de forma total. Se produce una limitación en la actividad físico-deportiva que puede llevar a reducir los niveles de rendimiento del atleta, acortando o terminando en el peor de los casos con la vida deportiva de éste.
          La fisioterapia actualmente ocupa un papel importante en la recuperación de lesiones, puesto que contribuye a que estas se curen, acortando los plazos de recuperación y minimizando la posibilidad de reincidencia lesiva. En el presente trabajo nos centramos en una lesión que es la rotura del tendón de Aquiles, haciendo hincapié en la patología, prevención, medidas diagnósticas y protocolo de recuperación.
          Palabras clave: Tendón de Aquiles. Prevención. Rotura. Protocolo de recuperación.


a.     Reseña anatómica

    Los músculos gastronemios se unen al sóleo en su porción distal para insertarse en el calcáneo formando el denominado tendón de Aquiles. Los músculos gastronemios tienen la particularidad de ser biarticulares, es decir, que sobrepasan dos articulaciones (la rodilla y el tobillo). La disposición de este grupo muscular bajo una extrema y rápida contracción excéntrica (rodilla en extensión y tobillo en dorsiflexión) produce una sobrecarga de distracción, la cuál ha sido referida como causante de la disfunción del tendón.
    En las áreas medias del tendón (lejos de sus sitios de inserción distal), éste rota internamente antes de llegar al hueso, es decir, que las fibras más posteriores se vuelven externas. Todo lo anterior resulta en un torque de tensión localizado, que puede ser el causante del proceso traumático.
    El tendón está rodeado de una estructura denominada paratendón y no posee vaina sinovial. El paratendón es un tejido conectivo peritendinoso que rodea por entero al tendón. Esta vaina peritendinosa consta de dos hojas: una interna o visceral y una externa o parietal, y que presenta ocasionalmente puentes o uniones entre ellas, denominadas mesotendones. Cuando existe fluido sinovial entre las dos hojas, se le denomina tenosinovia; si no, se le denomina tenovagina.
    El tendón se inserta distalmente en la porción inferior del calcáneo en la tuberosidad postero-superior. La bursa retrocalcánea es una estructura lubricadora normal, localizada entre el tendón y el hueso proximalmente a su inserción, existiendo frecuentemente una segunda bursa de ubicación subcutánea entre el tendón y la piel y que puede igualmente verse comprometida. Por lo tanto, las bursas como la tuberosidad calcaneana estarían involucradas como procesos inflamatorios en la disfunción distal del tendón.
    La tuberosidad postero-superior del calcáneo puede encontrarse marcadamente prominente, lo que ha sido denominado como Deformidad de Haglund. Esta prominencia ósea asociada a una inflamación crónica de la bursa retrocalcánea puede mecánicamente horadar y químicamente erosionar el tendón de Aquiles en su inserción.

b.     Patología
    La rotura parcial o completa del tendón de Aquiles es una lesión relativamente rara entre la población atlética joven, aunque cada vez se dan más casos debido a la práctica deportiva con fines de ocio y sin calentamiento previo y adecuado. Esta lesión es mucho más frecuente entre las personas mayores que hacen deporte como una forma de ocio.
Causas que pueden producir la rotura
·         Errores de entrenamiento: sobrecarga repetitiva en el deportista de competición o sobrecarga aguda en el que practica un deporte recreativo; especialmente en corredores, aumento de la frecuencia de entrenamiento, superficies de entrenamiento duras y resbaladizas etc.
·         Disminución de la fuerza y la flexibilidad de los músculos de la pantorrilla.
·         Pies cavos, que provocan una menos absorción del impacto, y pie plano y flexión dorsal del tobillo, cuya consecuencia es el efecto de torsión del tendón por el exceso de pronación resultante.
·         Envejecimiento, que se asocia a una disminución de la fuerza y la flexibilidad de los músculos, así como de la irrigación del tendón.
    Los principales síntomas que se pueden apreciar en la rotura del tendón de Aquiles son los siguientes:
·         En el momento de la rotura se produce un chasquido audible, con dolor no muy intenso que permite al deportista girarse para averiguar la causa de su traumatismo, e impotencia funcional, tampoco excesiva porque se puede mantener la marcha, con cierta cojera, desplazando el punto de apoyo de las cabezas de los metas a los primeros dedos, utilizando los flexores. Esta falta de gravedad en las manifestaciones clínicas hace que en ocasiones no llegue a diagnosticarse una rotura completa.
·         Debilidad e impotencia funcional inmediata (imposibilidad de realizar flexión plantar).
·         Dolor no muy intenso, incrementándose al subir pendientes.

c.     Medidas diagnósticas para la lesión

    El diagnóstico se lleva a cabo fundamentalmente con la historia clínica, la exploración, las pruebas diagnósticas y las pruebas complementarias:

·         Historia clínica del deportista, es importante recoger:
a.       La edad del paciente, ya que como se ha mencionado anteriormente es más frecuente en los individuos de edad media.
b.       Enfermedades o tratamientos previos.
c.       Intensidad y localización del dolor, que suele ser un dolor brusco a nivel del tendón de Aquiles, que los pacientes describen "como si hubiera recibido un puntapié" en la pierna.
d.       Percepción de crujido.
e.       e. El mecanismo de producción que suele ser la consecuencia de una contracción muscular brusca del músculo tríceps sural (como saltar o correr) al realizar una flexión plantar súbita del pie. 

·         La exploración de la rotura del tendón de Aquiles es mejor realizarla con el paciente en decúbito prono y con los pies colgando por el borde de la camilla, observándose:
a.       En la inspección el "signo del hachazo", que es un defecto del contorno del tendón y tumefacción.


Fuente: Antonio Manuel Manzaneda Martínez - Magisterio de Educación Física por la Universidad de Almería - Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte por la Universidad de Granada (España). 

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